
Sinodalidad y Pastoral Juvenil
“Un joven dijo que la Iglesia es una canoa, en la cual los viejos ayudan a mantener la dirección interpretando la posición de las estrellas, y los jóvenes reman con fuerza imaginando lo que les espera más allá. No nos dejemos llevar ni por los jóvenes que piensan que los adultos son un pasado que ya no cuenta, que ya caducó, ni por los adultos que creen saber siempre cómo deben comportarse los jóvenes. Mejor subámonos todos a la misma canoa y entre todos busquemos un mundo mejor, bajo el impulso siempre nuevo del Espíritu Santo” (ChV 201).
“La pastoral juvenil sólo puede ser sinodal, es decir, conformando un caminar juntos que implica una valorización de los carismas que el Espíritu concede según la vocación y el rol de cada uno de los miembros de la Iglesia, mediante un dinamismo de corresponsabilidad […].

Catequesis de Niños
“Id y haced discípulos míos…” “Bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enseñar a guarda todo lo que les he mandado” (cf. Mt 28, 19-20) .
- La catequesis de niños debe ser un compromiso de los padres, primeros catequistas de sus hijos.
- Los padre tiene la oportunidad de actualizar sus conocimientos y su participación comunitaria con ocasión de la catequesis de sus hijos
- Es una magnífica oportunidad para adultos no suficiente evangelizados puedan aceder a una fa más madura.
- Participando en el catecumenado de adultos podrá aceder a los sacramentos de iniciación y al sacramento del matrimonio, si así lo desea.

Catequesis de jóvenes
La Iglesia inicia en el discipulado a través de la catequesis: enseñando a guardar y reconocer la voluntad de Dios y seguirla , en la celebración de los sacramentos de iniciación y en el compromiso cristiano
Es por el servicio de la Palabra y celebración de los Misterios de Cristo que la comunidad cristiana ayuda a la persona a que otorgue su fe al Evangelio y a cambiar de mentalidad, a transformarse a semejanza de Jesucristo y a participar en la vida divina.

Catequesis de adultos
En una época pasada, que llamamos tiempos de cristiandad, se suponía que por medio de la participación en el ambiente, se hacían cristianos por “ósmosis», a penas sin tomar conciencia de la novedad que trae Jesucristo y sin sentirse incitado a hacer una opción personal.
. Hoy la Iglesia, una vez más, se esfuerza en encontrar la manera de promover una catequesis que, en verdad, sea capaz de hacer cristianos para la vida.

Atención a los enfermos
La esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5), mensaje central del Jubileo, sea para nosotros el horizonte del camino de nuestro seguimiento de Cristo Resucitado. Jesús, nuestro amor y nuestra esperanza, ha resucitado, y vive y reina glorioso. La muerte ha sido transformada en victoria y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos, en la resurrección de Cristo.
El cuidado, la atención y la presencia ante el enfermo es el signo más auténtico de nuestra esperanza.

JUBILEO DE LA ESPERANZA
La vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos. Caminar juntos significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia.

COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE
Las comunidades eclesiales de base, son comunidades de fe, no nacieron como una institución al uso, no fueron fruto de una decisión de comité. Nacieron para responder a los desafíos de un mundo que no valora la persona como tal en nuestro continente de América Latina, para poder enfrentar la explotación y el abuso de los poderosos .
Las CEBs proporcionan un espacio para el compartir, reflexionar,orar, escuchar la Palabra y aunar esfuerzos para la resistencia, todo ello desde una motivación profunda de fe cristiana y con un aprecio y respeto a la Iglesia como madre generadora de vida, para transformar el mundo.